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jueves, 16 de junio de 2011

A los Muchachos del Perú (Discurso)

A los muchachos de Perú (Discurso)

Por Paolo Castillo

Muchachitos de Perú, ustedes han tenido la mala suerte de nacer y en el país más loco del planeta. No le sigan la corriente no se dejen arrastrar por su locura, pues si bien la locura ayuda a sobre llevar la carga de la vida también puede sumarse a la desdicha. El cielo y la felicidad no existen; esos son cuentos de sus papás para justificar el crimen de haberlos traído a este mundo. Lo que existe es la realidad, la dura realidad, este matadero al que vinimos a morir, cuando no es que a matar y a comernos de paso a los animales nuestro prójimo. En consecuencia no se reproduzcan, no hagan con otro lo que hicieron con ustedes. No paguen en la misma moneda el mal con el mal, que imponer la vida es el crimen máximo, dejen tranquilo al que no existe ni está pidiendo venir en la paz de la nada, total a esa es a la que tenemos que volver todos ¿para qué entonces tanto rodeo?. La patria que me cupo en suerte que nos cupo en suerte es un país en bancarrota en desbandada unas pobres ruinas de lo poco que antes fue; miles de secuestrados, miles y miles de asesinados, millones de desempleados, millones de exiliados, millones de desplazados, el campo en ruinas, la industria en ruinas, la justicia en ruinas, el porvenir cerrado, eso es lo que les toco a ustedes, los compadezco, les fue peor que a mí. Y como yo que un día me tuve que ir, y justo por eso hoy les estoy hablando, digo a lo que parece probablemente también se tengan que ir ustedes pero ya no los van a recibir en ninguna parte por que en ninguna parte nos necesitan ni nos quieren.

Un pasaporte peruano en un aeropuerto internacional causa terror: ¿Quién será? ¿A qué vendrá? ¿Qué traerá? ¿Coca? ¿Vendrá a quedarse?: no… no venimos a este mundo a quedarnos, vinimos a pasar como el viento y a morir, a veces ese viento al pasar hace estragos y tiene nombre, se llama Vladimiro Montesinos, se llama Augusto B. Leguía, se llama Manuel Odría, se llama Abimael Gusman, se llama Alberto Fujimori, se llama Alan garcia. Aprendan mientras se van a ponerle nombres propios a la infamia, cuando yo nací me encontré con una guerra entre conservadores y liberales que arraso con el campo y mayo a millares, hoy la guerra sigue y aun que cambio de actores, es de todos contra todos y ya nadie sabe quien fue el que mato a quien, ni sabe ni le importa ni lo piensa averiguar, porque ¿para que?. ¿Para qué si a ningún asesino lo van a castigar en el país de la impunidad?.

Si nuestro primer mandatario va en peregrinación a los llanos a abrazar a nuestro primer delincuente como diciéndoles con iniquidades y abrazo, maten, robe, extorsionen, destruyan, secuestres pero eso sí, háganlo a cabalidad para que se queden con lo que queda de Perú. Yo he vivido a la desesperada y se me hace que a ustedes les va a tocar vivir igual, y un día me tuve que ir sin quererlo y se me hace que a ustedes les va a tocar irse igual, el destino de los peruanos de hoy es irnos, claro, si antes no nos matan, pues los que se alcancen a ir, no sueñen con que se han ido porque a donde quieran que vallan Perú los seguirá, los seguirá como me ha seguido a mi día a día, noche a noche a donde he ido con su locura, algún momento de dicha efímera vivido aquí e irrepetible en otras partes los va a acompañar hasta la muerte.

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